Ahora que todos los medios de comunicación nos bombardean con mensajes horribles, que nos importa más la prima de riesgo que el riesgo de contraer una enfermedad venérea tras una noche sin látex en el Jamaica y que hasta el más tonto del bar de la esquina parece haber terminado un curso de CCC de economía, yo paso de la jodida crisis.
No quiero ni oír hablar de Rajoy, de Merkel o del fulano ese que ha quitado el chollo a Sarkozy. Estoy harto de que todo el mundo se me acerque para darme el coñazo con reformas laborales, desahucios y paro. El monotema me resulta ya tan cansino como poner Telecinco después de comer, y es que parece que en este país no se puede hablar de otra cosa. Dónde quedaron aquellas viejas conversaciones sobre las tetas de la camarera o esas tertulias interminables acerca del nudo marinero que debe tener Piqué en su manguera después de pasar una jornada cabalgando sobre las caderas de la principal culpable del calentamiento global. Esas parrafadas que te devolvían a casa con una sonrisa en la cara parecen haber desaparecido y ahora el mero hecho de ir a tomar unas cañas con los colegas te deja peor que pasar dos horas en un tanatorio.
La crisis se ha adueñado de nuestras vidas y nos pasamos las horas compadeciéndonos de nuestras miserias. El que os habla también está jodido y cargado de problemas, pero por repetirlo 300 veces al día no va a cambiar su situación, es más, estoy convencido de que estar cada segundo con el 'comecome' es contraproducente. Así que, seamos inteligentes y pensemos en lo que nos hace reír y no en lo que nos encabrona más y más.
Existen tres temas de conversación que no fallan nunca si quieres huir de cualquier tediosa tertulia sobre la crisis: tetas, culos y fútbol; el trinomio perfecto. Empecemos por las tetas. Hablar de tetas no es muy complicado, simplemente echa un vistazo a tu alrededor y te darás cuenta de que estás rodeado de ellas. Tal vez hayas olvidado su existencia porque te ha petado el disco duro intentando entender qué demonios es la prima de riesgo, pero te aseguro que las tetas siguen ahí, sólo tienes que aprender a mirar con otros ojos. No sé si te acordarás, pero antes de que la economía fuese el centro de tu existencia, tu vida giraba en torno a ellas. Bastaba que cualquiera de tus colegas dijese “vaya melones” para que se diese por zanjado cualquier tema sobre el que estabais charlando. No lo dudes, retoma esa mítica frase cuando te estén hablando de las últimas cifras del paro y por arte de magia desaparecerá toda la negatividad y el mal rollo.
Vamos a continuar por los culos. Los culos también pueden ayudarte a salir de una farragosa charla sobre la situación del euro durante un sábado de fiesta, y es que no importa que el culo sea gordo, fino, duro o blando cualquier culo te puede echar una mano. Simplemente, quédate mirando fijamente el primer trasero que pase por tu lado mientras aguantas la chapa económica estoicamente. No hace falta que digas nada, porque tu contertulio morderá el anzuelo sin que tú tengas que mover un solo dedo. Tu mirada será contestada rápidamente con un “joder” y tras esa expresión tan castiza tú podrás deslizar finamente la conversación hacia Shakira y recordar de nuevo esas grandes conversaciones que mantenías cuando no tenías ni idea de lo que era el IBEX 35.
Y para el final, el deporte rey. El fútbol es de lo más socorrido porque la sobre información del personal en temas económicos es tan alarmante como en temas futbolísticos. Si un griterío sobre la bajada de la bolsa se ha convertido de repente en acompañamiento del café en el bar, sólo tienes que coger ese ejemplar del Marca que tienes delante de ti en la barra, mirarlo y llamar hijoputa al que salga en la portada. En un 90% de los casos la portada del Marca está protagonizada por Cristiano Ronaldo o por Gareth Bale, dos seres a los que sólo defienden los madridistas, por lo que tienes muchas posibilidades de que alguno de los parroquianos del garito apoye tu sesuda tesis y que la conversación acabe en una divertida reflexión sobre ese manido refrán que dice aquello de que “el dinero no da la felicidad”. Pero si tienes la mala suerte de que en la portada del Marca aparece Vicente del Bosque ni se te ocurra abrir la boca o te la acabarán partiendo, y es que Don Vicente es más intocable que el Rey antes de irse de vacaciones a Bostwana. No obstante, antes de acabar quemado por la crisis o con la cara rota siempre puedes echar un ojo al lado del Marca y ahí encontrarás la Interviú, que te permitirá iniciar un interesante debate sobre cualquiera de los otros dos términos del trinomio perfecto.
En resumidas cuentas, si estás hasta las narices de que la crisis te quite la sonrisa de la cara sólo tienes que aprender a hablar de otros temas que interesen a la gente, y si tus colegas no quieren saber nada de tetas, culos o fútbol supongo que no habrás entendido absolutamente nada porque seguramente tu idioma materno será el klingon y no podrás leer esta parrafada hasta que el traductor de Google añada la pestaña de español-klingon.
Marco Alonso / Periodista desempleado